A una semana de que se cerraron sus compuertas, la presa Cerro Prieto, ubicada en el municipio de Linares, Nuevo León, alcanzó el 113.8% de su capacidad, según informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Este nivel supera el límite máximo operativo conocido como Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO). Con solo 51.5 hectómetros cúbicos restantes para llegar a su Nivel de Aguas Máximas Extraordinarias (NAME), la presa podría desbordarse, poniendo en riesgo a las comunidades cercanas.
Especialistas han advertido que mantener el embalse por encima de su NAMO representa un peligro, ya que las lluvias adicionales o aumentos repentinos en el caudal podrían provocar inundaciones. Esto ha generado preocupaciones entre los pobladores de la región y en las autoridades encargadas de la gestión del agua.
Además de Cerro Prieto, la presa La Boca también supera su capacidad al 108%, lo que incrementa los riesgos de manejo en los embalses de la entidad. Desde el cese de su último desfogue hace siete días, La Boca ha registrado un ingreso de agua equivalente a 1.3 puntos porcentuales.
Las autoridades y especialistas están monitoreando constantemente los niveles de ambas presas, ya que cualquier decisión sobre desfogar o mantener las compuertas cerradas podría tener consecuencias para las áreas circundantes.
Este panorama exige atención urgente para prevenir cualquier situación de emergencia en las próximas semanas, especialmente si las lluvias continúan afectando el estado.
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